Este versátil artista italiano afincado en Bilbao –es joyero, es pintor y es cocinero, estampa litografías con la misma habilidad que desarrolla acciones callejeras- presenta en nuestra galería sus trabajos en planchas de titanio –anodigrafías-, en sus más diversos formatos. Desde el tamaño postal con el motivo del metro de Chueca a una de sus obras más queridas y trabajadas, El argonauta: una calle de Barakaldo fotografiada con una hipnotizante luz gris invernal e impresa con los reflejos azules y malvas de la anodigrafía.
Grossi ha expuesto en diversas galerías de Italia y España, sobre todo en el País Vasco. Y siempre se ha mostrado dispuesto a participar en certámenes de arte alternativo, en su línea muy crítica con las pautas más convencionales de la sociedad occidental actual. Preocupado por la cultura del consumismo y el despilfarro, buena parte de sus obras apuestan por el reciclaje, por valorizar los desechos, pues muchas de las cosas que nos rodean, muchas más de las que solemos creer y estamos dispuestos a aceptar desde la comodidad, son, según él, pura basura, pura tontería.
